Si tienes un clorador salino instalado en tu piscina, sabrás que la célula o electrodo de titanio que produce el hipoclorito a partir del agua salada mediante el fenómeno conocido como electrólisis salina, tiene una vida útil limitada por X horas de funcionamiento (dependiendo del fabricante). ¿Pero cómo saber realmente cuando se ha agotado la célula?
Las horas de funcionamiento que garantiza el fabricante son muy relativas. Se establecen en los estudios realizados en laboratorio bajo unas condiciones óptimas de funcionamiento. Estos datos, aplicados a la realidad, no permiten hacer un pronóstico exacto ya que cada piscina tiene unas condiciones muy concretas y singulares en función de varios factores como pueden ser la ubicación geográfica, clima, dureza del agua, etc. Con todo, es sumamente complicado dictaminar cuando le llegará la hora a nuestra célula a partir de los datos que nos proporciona el fabricante. Por suerte, hay varias pistas que nos pueden ayudar a determinar cuándo ha llegado el momento de hacer una sustitución de electrodo.
Para facilitar la explicación, partamos del siguiente caso hipotético:
Imaginemos que vemos que están proliferando algas en nuestra la piscina. Hacemos un análisis del agua y nos damos cuenta de que el nivel de cloro es muy bajo. Decidimos subir la producción de cloro, pero apenas notamos cambio. Aumentamos las horas de funcionamiento y no logramos que suba el nivel de cloro. Podría ser que faltase concentración de sal en el agua, pero hacemos la medición con un analizador de sal y vemos que los valores son correctos (aproximadamente 5-7 gramos de sal por metro cúbico). Si ese es tu caso, todo apunta a que tu célula está agotada y no produce hipoclorito. La prueba final consiste en examinar el vaso transparente que alberga la célula cuando está en funcionamiento. Si no hay un burbujeo claro, no se está produciendo cloro (las burbujas son los gases derivados de la producción de cloro). Llegados a este punto no hay duda, la célula se ha agotado y corresponde hacer una sustitución.
Afortunadamente, hacer el cambio de una célula es muy sencillo. Solo hay que desenroscar el vaso de la célula (con el clorador apagado, evidentemente) desenchufar los conectores de la célula, colocar el recambio y volver a conectarla al equipo ¡no tiene más secreto!
Si visitas nuestra tienda online, encontrarás recambios de célula de varios modelos de los principales fabricantes. Si no encuentras la tuya contacta con nosotros para que busquemos el recambio que necesitas! Puedes escribirnos a ventas@piscinaonline.es. Estaremos encantados de ayudarte ????