Tu piscina no solo está hecha para el verano, puedes sacarle mayor uso durante todo el año y desafiar con ello la temperatura ambiente. ¿Cómo? Con un calentador eléctrico para piscinas. Una excelente manera de calentar el agua de una forma más rápida y eficaz.

Una de las grandes ventajas de los calentadores eléctricos para piscinas es su usabilidad, y es que son dispositivos que además de cumplir su objetivo a la perfección se pueden colocar por uno mismo sin necesidad de técnicos en un tiempo récord. Fáciles de instalar, se colocan en el circuito de filtración y podrás disfrutar de un agua de piscina caliente tanto si ésta se encuentra dentro como fuera e incluso en los tan de moda Spas.

Los calentadores eléctricos se han convertido en una forma rápida de disponer de una piscina climatizada, aunque es conveniente vigilar el tiempo de encendido de los mismos para que no aumente el recibo de la luz a límites máximos. Una vez caliente el agua, es preferible apagar el calentador y ahorrar energía.

En líneas generales, un calentador eléctrico calienta el agua de una manera parecida a como lo hace un termo eléctrico en nuestra casa. Para entendernos: el agua a temperatura ambiente (fría en los meses más fríos del año), sale por el punto A, recorre la resistencia y sale caliente por un punto B. Además una vez se ha llegado a la temperatura marcada en el termostato, el calentador eléctrico se corta.

¿Qué tener en cuenta al comprar un calentador eléctrico?

Como puedes ver en nuestra tienda online, hay muchos calentadores eléctricos para piscinas con características diferentes: la potencia, el material con el que están hechos, la forma y dimensiones, tipo de fijación, termostatos diferentes, número de resistencias…

Estos calentadores eléctricos sirven del mismo modo para piscina al aire libre cara a aprovecharlas en las temporadas más gélidas del año (¡solo para valientes!), como para piscinas cubiertas, tanto privadas como públicas. Y también para piscinas desmontables, demostrando una gran versatilidad en su uso.

La mayoría suele disponer de un termostato mecánico, con una potencia que puede alcanzar los 12 Kw, conexión hidráulica, alimentación eléctrica monofásica (230 V) o trifásica (400 V), son de fabricación europea y se adaptan a la filtración de las piscinas fuera de suelo. Además pueden calentar un volumen de agua de hasta 80 metros cúbicos, ¡casi nada!

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